El pasado 17 de octubre se dio, como dirían los arquitectos, la primera palada del golf universitario colombiano con la disputa de la primera Ryder Cup universitaria, la cual quedó en manos del CESA tras vencer por 11.5-8.5 a la Universidad de Los Andes en el campo del Hatogrande Tennis & Golf Country Club. Fueron 40 jugadores de ambas instituciones los que hicieron parte de esta competencia en la que la competencia de alto rendimiento confluyó a la perfección con la camaradería y el respeto. Desde la Federación Colombiana de Golf vimos en esta iniciativa algo muy llamativo y fue la manera en la que los mismos estudiantes se organizaron para sacar adelante el proyecto, que luego encontró manos amigas de empresas privadas para llevarlo a buen puerto. “Como organizador, cuando me contactaron, surgió como una unión muy linda entre ambas universidades y eso se trasladó a los jugadores. Los dos equipos querían ganar, pero también era la oportunidad de dejar un legado para las universidades. Creamos un ambiente de camaradería, emoción que se trasladó al campo. Fue una fiesta del golf universitario”, comentó Nicolás Lemus, quien hizo parte del comité organizador por parte del CESA. También te puede interesar:
Ya ha nivel de competencia y deportividad, el capitán de cuadro campeón, Emilio Arrubla, añadió: “Desde la primera hora del día se sentía una energía y un espíritu de equipo impresionante. Ganarle a Los Andes fue la cereza del pastel, pero más allá de eso me quedo con haber sido parte de algo histórico para el golf universitario del país y espero que se repita muchas veces”. Entre tanto, Luis Robles – jugador– comentó que jugar para el CESA se trató de “una experiencia completamente distinta a jugar individual. Cada golpe pesa más, no estás jugando solo par anti sino por tu equipo, tus compañeros, la institución que te representa y que representas. Cada punto se siente con más responsabilidad y presión”. En cuanto a la victoria sobre Los Andes, Arrubla manifestó que la clave para lograrlo estuvo “en la unión del equipo., siempre tuvimos una conexión muy fuerte y nos apoyábamos entre todos. Antes del torneo tuvimos una reunión, siempre existió ese vínculo de equipo para formar la confianza colectiva. Además del nivel individual, lo que marcó la diferencia fue la actitud; se veía cómo los jugadores en el campo se apoyaban unos a otros, se celebraba cuando se ganaba un hoyo […] Esta Ryder me demostró que el golf, como deporte, aunque sea individual, da para vivirse con un espíritu colectivo muy poderoso”. Y es que de esta primera Ryder Cup universitaria se va a hablar por mucho tiempo y sus organizadores ya piensan en poder extenderla a otras universidades, no solo de Bogotá sino del país. “Esto es el inicio, una iniciativa que marca un ejemplo para todos. Es una nueva etapa del golf universitario en Colombia, hay talento y oportunidades. Sabemos la importancia del relacionamiento del golf, no solo estudiantil sino laboral y corporativo”, expresó Lemus. Y cerró Robles: ”Esto marcó un antes y un después, saber que hicimos parte del inicio del golf universitario en Colombia es algo, realmente, muy especial, y siento que va inspirar a muchas universidades a unirse”. |