El estadounidense Anthony Kim desapareció del golf profesional en 2012, aquejado por lesiones, cuando era considerado una estrella emergente en el PGA Tour, con un tercer lugar en el Masters de Augusta en 2010 y un quinto en The Open en 2011. Reapareció hace un año, cuando LIV Golf anunció su regreso en Yeda, Arabia Saudita.

De la vida de Kim en ese lapso lejos de las candilejas se conocía muy poco, hasta ahora, que el propio jugador abrió su corazón en la red Instagram y publicó un profundo texto, haciendo alusión a los dolores que sufría, el ingreso de las drogas y el alcohol, el efecto que tuvieron en su vida, y su rehabilitación: completó dos años de sobriedad.

“El logro más grande de mi vida. Apenas podía físicamente caminar en rehabilitación, requiriendo ayuda de mi entrenador de sobriedad mientras mi cuerpo se estaba apagando”, comenzó el jugador californiano.

 “La primera fotografía —muestra 14 píldoras en una superficie— es lo que debía tomar dos veces al día para retirarme de forma segura (de las drogas) y el resto es de mi tiempo recibiendo visitas de mi familia y el mes después, manteniéndome cerca del centro de rehabilitación; y las últimas son del año pasado”.

Su hija, Bella, es demasiado pequeña para saberlo, pero ha sido un pilar fundamental en la recuperación del golfista de 3 años

“No mucho antes de este momento contemplé acabar con mi vida cada día por cerca de dos décadas incluso mientras jugaba PGA Tour. Para el público me veía feliz mientras bregaba con mi adicción y problemas mentales”, confesó.

Kim, agrega, no pretende que todo el mundo quede limpio con su publicación, pero sí aspira a que otras personas que batallan contra una adicción puedan darle vuelta a sus vidas como él lo hizo.

En noviembre de 2024, finalizando su temporada de regreso, Kim afirmaba confiar 100 % en sí mismo y vaticinaba que tener un trofeo en sus manos sería cuestión de tiempo, sin embargo, hasta hace poco, sobrevivir hacía parte de sus aspiraciones más altas.

“Cada día escogí las drogas y el alcohol para adormecer el dolor que sentía sin importar lo que pasara en mi vida profesional y me volví tan bueno escondiéndolo que perdí a quien realmente era yo. Era jodidamente duro jugar ‘majors’ haciendo paradas en los baños portátiles cada par de hoyos”.

La vida cambió mucho en los últimos tiempos, en abril de 2024 concedió una entrevista en la que afirmaba que no estuvo rodeado por las personas correctas, hoy por hoy cuenta con el apoyo de su esposa, su hija y amigos asombrosos, gracias a los cuales decidió “darle a la vida una última oportunidad”. 

“En rehabilitación encontré fe, amor propio, respeto y un propósito”, agrega: “No estoy orgulloso de quien fui, pero lo estoy de quien soy hoy”. Una de las muchas cosas de las que me di cuenta es qué tan agradecidos debemos ser por lo que tenemos ahora y poder compartir el tiempo con amigos REALES porque el mañana no está garantizado. Me prometí cuando estuve en una sala de emergencias durante seis días que haría todo lo que pudiere para hacer una diferencia, para demostrarle a mi hija que nunca es demasiado tarde para seguir intentándolo”.

“Actualmente estoy trabajando en un par de cosas que, sé, van a cambiar vidas, incluyendo un sitio web en el que voy a estar compartiendo tanto buenas como malas experiencias de las que, ojalá, otras personas que están luchando puedan aprender”. El otro proyecto de Kim sería un documental, para el cual está guardando muchos de los detalles que dejó bajo llave tanto en aquella entrevista de abril como ahora. 

Kim, recuerda Golf Digest, ha jugado en los dos eventos de LIV en 2025, quedando empatado en el puesto 49 en Riad y empatado en el puesto 51 en Adelaida. Volverá a la acción en Hong Kong el mes próximo.

“Mi viaje está lejos de acabarse, algo de buen golf está cargando y mi lema de 1 % mejor un día a la vez es como voy a vivir por el resto de mi vida”, concluyó Kim.