Algo más de tres años han pasado desde que la Federación Colombiana de Golf, a través de la División Junior, le apostó a implementar los programas de la Junior Golf Preparatory Academy (JGPA) en el país, actualizando los métodos de enseñanza y proyectando el futuro de la formación en el país, un proceso que empezó a dar frutos hace ya algún tiempo. La metodología, comprobada desde su implantación en Orlando (Florida, Estados Unidos), bajo la dirección del ‘coach’ Nicolás Otero, ha estado enfocada en el propósito de crear más golfistas en el país, y según sus datos, la cifra de participantes en las escuelas de los clubes se ha duplicado y triplicado, ratificando el compromiso de los profesionales instructores y sumando el invaluable respaldo de los padres de familia y, de su mano, las cabezas de los clubes. Con todos los actores alineados hacia el mismo rumbo, en 2024 la JGPA ha continuado abriendo espacios de capacitaciones presenciales y charlas virtuales, a manera de refuerzo, pero ha entrado en una etapa de seguimiento y apoyo, en la que juega un papel fundamental el profesional Felipe Medina, quien hace seguimiento de la implementación en las regiones y canaliza toda la retroalimentación: cómo van las academias, cómo van los programas, qué problemas han tenido, qué dudas tienen con papás; y con esta información se nutren las capacitaciones. Uno de los retos en esta fase es adaptar las cosas que funcionan a cada club. Los fundamentos de crear un buen programa son básicos, pero la implementación en cada uno varía, por disposición de espacios, cantidad de profesionales y de niños, acceso a los campos, además del crecimiento de la operación, que plantea retos adicionales, como mantener la calidad. La academia de la JGPA comenzó con 15 niños y ya cuenta con más de 500, lo cual implica un manejo dedicado. LEA LA ENTREVISTA COMPLETA EN LA EDICIÓN 177 DE LA REVISTA ABIERTO DE GOLF |
Una nueva generación, el próximo objetivo Rumbo a 2025, con las bases ya formadas, la pregunta que se busca responder es de dónde va a salir la próxima generación de profesionales y y cómo capacitarlos para mantener este ciclo, pues ellos son el eje de la enseñanza. La salida de ‘caddies’ de algunos clubes ha reducido el semillero, pero ya se trabaja en la búsqueda de los talentos emergentes. “Nosotros tenemos en el país cerca de 200 profesores excelentes y la idea no es que sacarlos y que entren nuevos, sino que cimentemos una generación nueva debajo que apoye todo el crecimiento de los niños. Algunos serán los mismos profesores que eventualmente trabajan con adultos o incluso con niños de alto rendimiento” apunta Otero. Se buscan jóvenes con energía que implementen estos programas para poder formar más jugadores de alto rendimiento y más campeones. |