El campo del Rose Creek Golf Club en Edmond (Oklahoma, Estados Unidos) dejó postales inusuales y bastante llamativas esta semana. Decenas de jugadores, en cuclillas y de rodillas, con sus manos y algunos arreglapiques como únicas herramientas colmaron los ‘greens’, cerrando incontables agujeros y recuperando la curvatura natural del césped, este miércoles. A simple vista, los agujeros parecían madrigueras, pero en realidad fueron causadas por una tormenta de granizo el martes, que dejó caer fragmentos de hielo del tamaño de —no hay un mejor ejemplo— pelotas de golf, según reseñaron testigos en las redes sociales. El suceso podría haberse dejado pasar y esperar que fuese resuelto por la propia naturaleza, y los ‘greenkeepers’, a su tiempo, pero no en esta época del año, pues se avecinaba el torneo anual más esperado por los socios cada temporada, comenzando justamente este jueves. |
“Entonces, los miembros intervinieron, incluso algunos que ni siquiera competirían en el evento. Más de 200 voluntarios se presentaron y se pusieron a trabajar, reparando a mano un hoyo tras otro en cada uno de los ‘greens’. El trabajo comenzó a las 8:15 a. m. y terminó alrededor de la 1:30 p. m., recogió Golf Digest. “Tenemos algunos miembros fantásticos que quieren ayudar a mantener el campo bonito. Saben lo que se necesita”, declaró un representante del club al medio citado. |