“Tuvimos a Colombia viendo golf por cuatro días, madrugando como madrugamos por Juan Pablo Montoya en la Fórmula 1”

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Fecha de Publicación:     12 de Septiembre de 2024

El torneo femenino de golf de los Juegos Olímpicos París 2024 marcó el retiro de la competencia de María José Uribe, nuestra querida ‘Mariajo’, después de más de 25 años de estar jugando en el más alto nivel, tanto aficionada como profesional. Tras el paso de las semanas, asumiendo su adiós, habló con Abierto de Golf sobre el pasado, presente y futuro de su vida.

Hace unas semanas, en campo Albatros del Le Golf National, la santandereana estuvo en boca de todo el país pues, sin tanta bulla, como se dice coloquialmente, mantuvo a Colombia en la pelea por una histórica medalla en el golf olímpico y, además, cumplió con su sueño de poder despedirse de su carrera competitiva en un escenario único.

Y es que si hablamos del golf colombiano en el Ciclo Olímpico, inevitablemente tenemos que traer a ‘Mariajo’ a la conversación pues además de ser la única del país en estar presente en tres ediciones de los Juegos, también ganó medallas en todos los eventos: oro en Juegos Panamericanos Toronto 2015, plata en los Panamericanos Santiago 2023, plata en los Suramericanos Santiago 2014, oro en los Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014, oro en los Bolivarianos Valledupar 2022 y bronce en los Bolivarianos Santa Marta 2017.

Hablemos de esa semana en París: hubo dos cosas especiales para ti esa semana y la primera fue que familiares y amigos estuvieron contigo de inicio a fin ¿Cómo lo viviste?

Sí, lo hablamos bastante jugadoras, porque digamos que muchos familiares, especialmente mis papás, hace muchos años no me acompañaban; ellos casi siempre van al U.S. Open y a torneos grandes, pero no fue que me acompañaran mucho en mi carrera. Y tenía amigos que nunca habían ido, la verdad. Y era la primera vez que todos estaban juntos, como que la primera vez que iban mi esposo, mis amigos, mis papás, entonces fue una semana súper especial en ese sentido. Además había muchísimo colombiano, habían 40.000 espectadores en golf más o menos todos los días, era demasiada gente. Yo creo que mis amigos pensaron que todos los torneos del LPGA son así, pero no fue un torneo normal, los Juegos Olímpicos son increíbles, porque en Río también tuvimos bastantes personas pero yo creo que ese campo y la gente de Francia en general está acostumbrada a Ryder Cup o torneos grandes, así que era un público un poco diferente. En cuanto a los colombianos, la mayoría ni sabía nada de golf pero estaban contentos de ir y tener esa emoción por la medalla, entonces el hecho de estar en contención, así no haya ganado medalla, lo hizo un poco más emocionante”.

¿Los primeros tres días salieron tan bien como lo esperabas?

“Sí, yo creo que sí. A ver, uno siempre espera más, obviamente. Era un campo que yo sabía que se me iba a dar bien, yo soy muy recta desde el ‘tee’. La primera ronda la empecé muy bien con tres ‘birdies’ en los primeros cuatro hoyos y al final sólo terminé, no me acuerdo, ¿uno menos o dos menos?, entonces pues no terminé contenta, la verdad. Quería más y con el ‘putt’, pues… nunca me sentí cómoda en el ‘green’ en ese campo. Es un campo que por eso es tan bueno, por eso es tan complicado, porque los ‘green’ son difíciles de leer. Sé que no fui solamente yo, a todas nos pasó lo mismo y a los hombres también. Yo, normalmente, en los ‘putts’ cortos, como dentro de seis a ocho pies, tengo mucha confianza y esa semana no estuve así. Los resultados todavía me tenían ahí, me tenían en la pelea por la medalla. Los ‘bogeys’ que hice fue porque cuando fallé los pocos ‘fairways’ que fallé, prácticamente tuve que sacrificar y después no metía esos ‘putts’ de par que yo casi siempre estaba acostumbrada a meter. La verdad, mi sensación no era tan positiva como de pronto se podía pensar de afuera”.

¿Cómo podrías explicar los primeros 9 hoyos del sábado? ¿Quizás algo de esto que comentas pesó? o ¿fue la nostalgia? ¿la presión de llegar al podio?

“No, yo creo que fue al revés. Como que los tres primeros días tenía mucha adrenalina, de hecho hasta el primer día cuando, en los primeros cuatro hoyos, hice esos tres birdies me sentía súper cómoda. Tenía mucha adrenalina, yo siempre juego bien con adrenalina y con presión, y eso fue lo que me sirvió los tres primeros días, como que no se me iba la adrenalina a los 18 hoyos, llegaba al ‘green’ del 18 y todavía la tenía, en cambio el último día estaba muy calmada. Como que se me fue al revés, me sobre calmé y el cuerpo estaba lento, la adrenalina no la tenía y no estaba activada y por eso fallé los tiros. El ‘drive’ del primero lo fallo a la derecha porque el cuerpo no se mueve y así poco a poco fueron los primeros nueve hoyos. Ya cuando me di cuenta que estaba lenta, me empiezo a activar, intento hacer pensar al cuerpo que tiene adrenalina, activándome con la respiración antes de pegarle y se vieron los resultados. Al final le pegué mucho mejor y terminé bajo par en esos últimos 10 o 11 hoyos. Pero sí, el último día fue al revés. Ojalá hubiera jugado mejor, estaba muy calmada y como muy en el presente; me jugó una mala pasada estar calmada ese día”.







Después de tantos años compitiendo, aficionada y profesional ¿Qué se te pasaba por la cabeza en el ‘green’ del 18 en París?

“Esos últimos 4 hoyos son claves en ese campo, vimos a muchas jugadoras perderlo todo ahí y yo todavía tenía esperanza de una medalla. No hice ‘birdies’ en esos hoyos y al llegar al 18 pues mi cabeza dijo como “bueno, hagamos albatros a ver qué”. No sería la primera vez porque con mi ‘caddie’ Andy Techmeier ya lo había hecho antes, entonces jugamos una línea agresiva y tuve chance, pero no se dio. Igual, terminar con águila fue súper especial. Siempre pensé en sacar la bandera en ese hoyo, es un torneo en el que la gente como que se adueña de su país, les encanta el espíritu de nacionalismo. De pronto si hubiera sido un torneo del LPGA hubiera sido raro hacer eso, pero sabía que lo quería hacer y bueno, ya teniendo un ‘putt’ tan corto sabía que lo podía hacer, podía llorar un poco y después calmarme de cara al ‘putt’ para águila; no quería estar tan emocional antes y bueno, fue un momento súper especial. Terminar así, a pesar de que tuve un mal día, cambia un poco la nota en la que uno termina y fue perfecto para terminar mi carrera, porque pues poco vamos a hablar de que no tuve medalla sino de ese último ‘putt’”.

'Mariajo' compartió también sus vivencias en la más reciente Copa Mariajo Uribe, detalles de su vida fuera de los campos de golf, el origen de la carita feliz en sus medias, sus planes a futuro y el relevo generacional rumbo a Los Ángeles 2028.

LEA LA ENTREVISTA COMPLETA EN LA EDICIÓN 177 DE LA REVISTA ABIERTO DE GOLF





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