La zona de Sandmines, donde se construye No. 11, fue antes el sitio de un campo llamado ‘The Pit’, que cerró en 2010. Hoy, tras años de restauración ecológica, el área se ha convertido en un santuario de pinos, pastos nativos y relieves arenosos ideales para el golf rústico. 

“Es un lugar maravilloso por su carácter intrínseco”, dice Coore, citado en la publicación oficial, maravillado ante la mezcla de elementos autóctonos y restos artificiales, algunos de los cuales aún se conservan de cuando The Pit Golf Links estaba abierto. "Ese carácter fue esencialmente creado, no todo es natural, pero todo ha sido recuperado por la naturaleza. Es el terreno que quedó de las explotaciones mineras de los años treinta. Las escombreras están aquí, y la madre naturaleza ha proporcionado los árboles, y todo es increíble. No se da muy a menudo ese tipo de combinación, y crea un sitio extraordinariamente interesante para el golf”, agregó el arquitecto.

A diferencia de otros campos del resort, No. 11 estará totalmente aislado de residencias y otras actividades, lo que promete una experiencia de juego "íntima y pura", según destacó Golf Digest.

Para Forbes, este anuncio consolida a Pinehurst como el "resort de golf más grande del mundo", con 11 campos de 18 hoyos y más infraestructura en desarrollo, incluyendo hospedaje, una tienda de 6.000 pies cuadrados y un nuevo restaurante en Sandmines 

Esta expansión también se alinea con el creciente protagonismo de Pinehurst como sede del U.S. Open 2024, y reafirma su estatus como uno de los destinos más importantes para el golf en Estados Unidos y el mundo.

Fotografía: Pinehurst Resort