Forjamos futuro, no solo deportistas; la Federación Colombiana de Golf se preocupa por el bienestar de los niños

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Fecha de Publicación:     10 de Septiembre de 2024

El golf es un deporte que exige precisión, concentración y una gran capacidad para gestionar las emociones. Para los jóvenes golfistas, el camino hacia el desarrollo deportivo está lleno de retos técnicos y mentales. En este proceso, los padres son actores importantes, no solo como espectadores de las competencias, sino como guías que pueden marcar una gran diferencia en la manera en que sus hijos enfrentan el juego y, más importante aún, cómo lo disfrutan.

Cuando un joven golfista sale al campo se enfrenta a un desafío deportivo y emocional. Un mal golpe, un ‘putt’ fallido o un torneo en el que las expectativas no se cumplen, pueden vivirse como momentos de gran frustración. Es en estas situaciones donde el apoyo de los padres es fundamental para el sano crecimiento deportivo y personal de sus hijos. Este apoyo debe ser cuidadoso y balanceado, teniendo siempre el cuidado de evitar caer en la desmedida exigencia o en la siempre eterna consolación.

Los errores se deben corregir y las metas trazadas deben ser alcanzables. Un ejemplo práctico de esto sería acompañar a un hijo después de un mal torneo no con reproches o excesivas correcciones técnicas, sino con una pregunta simple y reflexiva: “¿Qué fue lo mejor que hiciste hoy?”. Esta pregunta no solo invita al joven a analizar su rendimiento sin presión, sino que también le permite poner el foco en su crecimiento personal. Brindar una perspectiva calmada, que ayude a los jóvenes a entender que cada jornada de golf es una oportunidad de aprendizaje, debe ser un objetivo siempre presente.

La línea entre ser un buen motivador y presionar excesivamente suele ser muy fina, y muchos padres, aunque con la mejor intención, terminan sin darse cuenta poniendo el foco en los resultados, lo que genera una fuente de estrés para sus hijos. Importante recordar que el éxito no siempre está ligado a los resultados inmediatos, sino a la satisfacción y el disfrute que el niño obtiene del deporte. A veces, tras una larga práctica o una ronda difícil en la cancha, lo que más necesita un joven golfista no son más horas de entrenamiento, sino un descanso bien merecido o un simple "estoy orgulloso de tu esfuerzo". Este tipo de apoyo emocional, que valora el esfuerzo tanto como los resultados, es lo que construye una relación sana con el deporte.

Los padres de hijos golfistas tienen la oportunidad de enseñarles a sus hijos a gestionar la presión. El golf es un deporte en el que, tarde o temprano, todos enfrentamos desafíos internos: lidiar con la concentración en momentos críticos, calmar los nervios en el último hoyo o superar una mala racha. Enseñarle al joven a visualizar golpes exitosos o a establecer pequeñas metas dentro del juego –como disfrutar cada hoyo sin pensar en la puntuación final– puede ayudar a que enfrenten la competencia con mayor serenidad y confianza.

Es importante conocer que el golf es un deporte para toda la vida. A diferencia de otras disciplinas, donde el éxito se espera desde la temprana edad, en el golf la madurez deportiva se alcanza con el tiempo. Los padres deben ser conscientes de esto y evitar apresurar el desarrollo de sus hijos, empujados por las historias de otros jugadores. Cada niño tiene su propio ritmo de aprendizaje, cada proceso de crecimiento personal y deportivo es único, por lo tanto, lo que realmente importa es que el joven disfrute su proceso. Un padre que entiende esto sabrá celebrar, tanto un pequeño avance en el swing, como una lección aprendida tras una ronda difícil.

La relación entre padres e hijos en el ámbito deportivo puede fortalecerse aún más si los padres están dispuestos a capacitarse, no solo en aspectos técnicos del juego, sino en temas relacionados con el desarrollo emocional y mental de los jóvenes. Entender conceptos como la resiliencia, la motivación interna o cómo gestionar la frustración, es clave para acompañar a los jóvenes deportistas en su crecimiento. 

Capacitarse también implica estar al tanto de las nuevas corrientes en el entrenamiento deportivo. El golf, al igual que otros deportes, ha evolucionado significativamente con el tiempo, integrando disciplinas como: la medicina del deporte, la psicología deportiva, la nutrición y la sociología, entre otras. Los padres que se educan en estos aspectos están mejor equipados para ofrecer el tipo de apoyo integral que sus hijos necesitan para prosperar, no solo como golfistas, sino como personas.

Por todo lo anterior, la Federación Colombiana de Golf ha tomado la iniciativa de ofrecer espacios de formación para los padres, como reconocimiento al papel vital que ellos desempeñan en el desarrollo deportivo y personal de los jóvenes jugadores. Creando estas oportunidades, esperamos poder proporcionarles las herramientas necesarias para apoyar a sus hijos, ayudándoles a fomentar un entorno en el que el disfrute y la felicidad sean los protagonistas en la relación de su familia con el golf. La Federación siempre trabajará por construir el camino hacia el éxito deportivo de la mano con el bienestar emocional, garantizando que las nuevas generaciones de golfistas disfruten del deporte de una manera plena y saludable.

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