Xander Schauffele dio el golpe de gracia este domingo en Ayrshire, Escocia, y ganó la edición 152 de The Open, imponiendo una tarjeta de 65 (-6) en una jornada llena de movimientos en la clasificación general, y en la que el local Scott Calum se llevó la medalla de plata, al mejor aficionado del torneo. LEADERBOARD - Resultados Finales Rondas de 69, 72 y 69 llevaron al campeón del PGA Championship a comenzar el día en el grupo de perseguidores, compartiendo el segundo lugar, con posibilidades abiertas. En la primera vuelta empezó a dar pasos hacia adelante con ‘birdies’ al 6 y el 7, pero fue en la segunda, aquella que cortó cabezas durante toda la semana, donde se hizo merecedor de la Claret Jug, restando cuatro golpes más, en el 11, 13, 14 y 16, para llegar a la casa club en nueve golpes bajo par, dos menos que su compañero del día, el inglés Justin Rose, que firmó con -4, el segundo mejor ‘score’ de la jornada final. En el penúltimo grupo hubo contrastes: Russell Henley selló un nada despreciable -2, y terminó quinto con -5 total, en tanto que Sam Burns reportó +9 y cayó al puesto T31, con +6. Finalmente emergieron Thriston Lawrence y Billy Horschel. El sudafricano dominó los primeros nueve hoyos, con ‘birdies’ al 3, 4, 7 y 9 que lo llevaron al cruce con el liderato y dos golpes de ventaja, pero no logró descifrar el ‘back nine’, donde embocó un ‘bogey’ en el 12 ese vio relegado con el correr de los hoyos, pese a un -3 en su tarjeta, para -6 final. El estadounidense, entre tanto, tuvo más altibajos en la primera mitad del recorrido, pero cerró el día con ‘birdie’ a los tres hoyos finales, igualando el duelo del día con Lawrence, y cerrando el campeonato con empate en el segundo lugar, junto al inglés Rose, en -7, mientras el nombre de Xander Schauffele empezaba a tallarse en la Claret Jug. |
Al campeón olímpico le costó encontrar las palabras al momento de recibir el trofeo más deseado del golf, refundidas quizás entre tantas emociones, pasando de nunca ganar un ‘major’ a sumar dos en apenas tres meses; finalmente el californiano se decantó por la gratitud, y le dio crédito a su familia, al equipo que lo acompañó en este largo viaje, a Royal Troon “por ser una gran sede” y a todo el equipo que trabajó en la cancha: “Soy de San Diego, el clima es totalmente diferente aquí, no sé cómo hacen para mantenerla en tan excelentes condiciones”. También felicitó al campeón aficionado, Calum Scott, augurándole cosas grandes en su futuro, así como al pueblo escocés: “He estado una semana en Escocia, me han hecho sentir como en mi segunda casa, así que no puedo esperar para regresar. [The Open fue] Un torneo de clase mundial, todos los jugadores estamos agradecidos y es un honor jugar en este evento”. Scott, de 20 años, también fue presa de las emociones, que lo dominaron desde su caminata por el hoyo 18, cuando el público lo recibió con calor de hogar, y de hecho, con parte de su hogar en las gradas: “Podía escuchar a mis amigos y familiares, y gente que conozco a través del golf por ahí. El apoyo ha sido brillante”. El joven Scott dejó escapar algunas lágrimas al final del recorrido. “Estoy súper feliz. Aliviado también. Me lo iba haciendo complicado a la llegada, pero estoy muy feliz de ser el mejor aficionado de este evento”. La ceremonia de premiación marcó también la despedida de Martin Slumbers como director de la R&A, y el inicio del camino hacia Royal Portrush, la casa del Abierto Británico en 2025. Fotografía: Royal Troon GC |