Desde el primero de enero de 2022 comenzaron a regir unas nuevas reglas de golf, dos que tienen que ver directamente con los profesionales y otra con los aficionados. Una de ellas es la restricción en el PGA Tour de los libros de yardaje, los cuales serán entregados exclusivamente por el circuito con el beneplácito de los organizadores de cada torneo. Ya en el Sentry Tournament of Champions de la semana pasada algunos jugadores entregaron sus impresiones de lo que fue el uso de la misma y la mayoría de los que hablaron no están a gusto. Además, también en el Tour, se redujo la longitud del 'drive' en dos pulgadas pasando así de 48 a 46 con el ánimo de evitar que los pegadores largos saquen más ventaja. De hecho, en su momento algunos bautizaron la norma como la regla 'antiDeChambeau' por ser Bryson el máximo ejemplo de quienes llevan la bola más lejos desde el 'tee'. Por último, y de aplausos entre los aficionados, la USGA y la R&A aceptaron que estos jugadores puedan recibir beneficios económicos por patrocinios con un límite de 1.000 dólares y no solo en especie como ropa o artículos deportivos para golf (palos, bolas, talegas, etc.) Una de las condiciones es que el dinero que perciban debe ser invertido únicamente en cuestiones relacionadas a su desarrollo deportivo. La medida rige para competiciones de 'tee' a hoyo y no torneos de 'drive', 'putt' o habilidades. Allí los amateur tienen que ser muy cuidadosos ya que pueden perder su estatus al recibir una mayor cantidad de premios o, incluso, dar clases 'uno a uno' de instrucción. |